viernes, 28 de agosto de 2015

“The Big Bang Theory”: una panda de geeks enganchados a Internet dentro y fuera de la serie

Por Zuberoa Marcos | 26-08-2015

David Saltzberg 

David Saltzberg

Asesor científico de la serie "The Big Bang Theory"
Que un doctor en Física y profesor de Astronomía en la universidad de UCLA, California, se preocupe de cuestiones teóricas de complejidad extrema como la Teoría de Cuerdas o la posibilidad de demostrar la existencia de la materia oscura es algo normal. Que lo haga para que las conversaciones entre Sheldon Cooper y Leonard Hofstadter suenen más realistas, sólo es comprensible si se trata de un friki redomado o, como en el caso de David Saltzberg, porque le paguen por ello. Saltzberg, que durante dos años trabajó en el CERN, el mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo, ahora compagina su trabajo como profesor universitario en Los Ángeles con su labor como asesor científico en The Big Bang Theory.
A lo largo de ocho temporadas la serie de la CBS ha conseguido convertir a una pandilla de ‘nerds’ en chicos populares y uno de los responsables del éxito de The Big Bang Theory es, sin duda, Saltzberg. Aunque él dé relativa importancia a su trabajo afirmando que se limita a llenar de complejas fórmulas las pizarras que aparecen constantemente en la pantalla y a escribir “cosas de ciencia” en los huecos que los guionistas dejan en los textos para que los rellene, lo cierto es que este profesor universitario ha conquistado el corazón de los fans hasta el punto de ser invitado a dar conferencias en distintos eventos.
Además, Saltzberg afirma que los propios personajes se documentan en páginas de internet para que sus comentarios sobre ciencia resulten lo más convincentes posible. Se ve que Sheldon, Leonard, Rajesh y Howard tienen tanta necesidad de la Red dentro de la serie como en sus vidas reales.
Saltzberg es, como los personajes de la serie, un auténtico apasionado de la ciencia, por eso confía en que las andanzas de Sheldon y compañía ayuden a despertar vocaciones. Y, por si la ficción televisiva no es suficiente, él mismo estuvo durante muchos años escribiendo un curioso blog (The Big Blog Theory) en el que explicaba, de forma sencilla, todas las cuestiones que aparecían en la pantalla. Lo dicho, un friki.
Fuente: El País

domingo, 16 de agosto de 2015

En busca de un baño público en la capital

Madrid solo tiene 25 baños públicos móviles para sus 3.198.645 habitantes

 Madrid 15 AGO 2015    
Urinarios públicos en Madrid, Plaza de Ópera. / SANTI BURGOS
Un millón de personas pasan cada día por la almendra central de Madrid. Para atender a esa multitud, entre la que cada vez hay más turistas, el Ayuntamiento solo mantiene en servicio ocho baños móviles, además de cuatro fijos en el Retiro. Si alguno de los viandantes siente la necesidad urgente de ir al servicio, solo tiene la opción de entrar en un bar. Con suerte, el dueño no se dará cuenta. Pero cada vez son más los establecimientos que cierran los baños con llave o con una cerradura de combinación, de forma que los usuarios deben consumir si quieren usarlos. O hacer algo cada vez más frecuente: orinar en la calle.
Esteban Benito, presidente de la asociación de vecinos de Chueca, uno de las zonas más concurridas del centro, se indigna en cuanto le mencionan el problema: “Es muy grave para la higiene de la ciudad, especialmente en el centro”. Explica que en la plaza de Chueca viven 12 personas que desde hace años orinan en una zona de árboles. “Los vecinos que viven en los bajos no pueden abrir las ventanas porque el olor es muy fuerte, y más ahora por el calor”. Pero ese es un problema muy concreto. Hay más: “Los últimos locales de copas cierran a las seis de la mañana, y a esa hora todos los días te encuentras el barrio lleno de orines que se quedan concentrados”, asegura.
Benito no entiende que, si orinar en la calle está penalizado, “sorprendentemente” no se impongan sanciones. En efecto, el artículo 14 de la ordenanza de limpieza de los espacios públicos señala: “Por su especial repercusión en el ornato e higiene de la ciudad, queda expresamente prohibido escupir o satisfacer las necesidades fisiológicas en la vía pública”. Vulnerarlo está tipificado como falta grave, sancionada con multas de entre 751 y 1.500 euros. Pero la policía municipal afirma que no es habitual imponer este tipo de sanciones.
La escasez de aseos en el centro de la capital, 25 baños móviles y uno en proceso de instalación, contrasta con los de otra capital cercana, París, donde hay más de 400 baños fijos, con acceso para discapacitados físicos y totalmente higiénicos ya que están provistos de un mecanismo de lavado desinfectante cada vez que se utilizan. En Madrid, salvo los cuatro del Retiro, son cabinas automáticas con forma cilíndrica, de color verde oscuro. Se trata de una concesión a la empresa JCDecaux, que gestiona la publicidad que los rodea a cambio de mantenerlos limpios. El precio de uso son 10 céntimos, excepto para los conductores de autobús de la EMT, que tienen una tarjeta para su uso ilimitado.
El centro de Barcelona tiene un problema similar al de Madrid. El Ayuntamiento, gobernado por Ada Colau, instaló a principios de este mes seis urinarios públicos en el marco de una prueba piloto que estará vigente hasta las fiestas de la Mercé, que este año se celebrarán a partir del 18 de septiembre. “Son provisionales y se han situado en las zonas donde había más quejas por conductas incívicas”, según un portavoz del Consistorio. La mayoría de los baños de Barcelona, con 1.611.013 habitantes (la ciudad de Madrid tiene 3.198.645) y están situados en parques y jardines (107) y en las playas (130) de la ciudad. Las cafeterías son el recurso de los paseantes del centro de Madrid que sufren una urgencia. Juan Carlos Rodríguez, operario de limpieza, explica que cuando le entran ganas de ir al baño se ve obligado a ir una: "A mi jefe no le gusta, pero en algún sitio tendré que mear", dice. Rosa Molina, funcionaria que pasea con su hija, se encoge de hombros: “¿En medio de la calle a dónde vas? Pues a una cafetería con tal de que te dejen pasar….”. María Luisa Fernández, jubilada que pasea todos los días por el centro de la capital, explica que suele ir a una cafetería y consumir un refresco, pero que a la media hora le vuelve a surgir la urgencia: “Cuando vas de turista y te pasa, sabes que es un gasto más con el que contabas, pero cuando vives en la misma ciudad te da rabia tener que gastar en esto”.
El doctor Adot, coordinador nacional del grupo de urología funcional y femenina de la Asociación Española de Urología, señala los grupos de personas que se ven más afectados por la necesidad de ir al baño. Las que sufren de vejiga hiperactiva (un 16% de la población padece este problema), necesitan ir al servicio con urgencia. También los hombres que tienen problemas de próstata, que sufren el síndrome de dolor eficaz: si no orinan les duele mucho la vejiga. Y, por último, personas que tienen enfermedades neurológicas, como parapléjicos o enfermos de esclerosis múltiple o Párkinson. Las embarazadas también sufren las consecuencias de la escasez de baños por la ciudad, sobre todo al final del embarazo. Irene Barquillo, que ha dado a luz hace poco, asegura que tiendas y restaurantes le han facilitado siempre el acceso a los servicios.
Uno de los colectivos que más sufren este problema son los taxistas. Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional de los Taxis, asegura que hace un año y medio cursaron una petición al Ayuntamiento solicitando una reserva de suelo para la instalación de servicios en algunas zonas emblemáticas de la ciudad donde hay paradas de taxis. “Todavía estamos esperando respuesta”, comenta. “Conozco a compañeras taxistas que aparcan en el tanatorio porque allí hay baño, fíjese a qué niveles estamos. Otros compañeros tienen más facilidad porque en cualquier sitio se alivian, pero no sabes dónde te va a dar un apretón, es un problema”.
En el Metro de Madrid tampoco hay retretes públicos. Los que existen son para uso exclusivo de los empleados y se encuentran ubicados en instalaciones a las que solo se puede acceder con llave. Desde Metro Madrid aseguran que no existe ningún proyecto para dotar de baños públicos a sus instalaciones. “Los trayectos que se hacen en metro son demasiado cortos como para instalarlos”, señala una portavoz del Metro de Madrid. “Además, ponerlos supondría crear espacios apartados, con escasa visibilidad, que podrían generar problemas de seguridad”.
En el parque del Retiro hay cuatro baños públicos fijos. Están abiertos desde las 09.00 hasta las 21.00 y miden 3,5 x 2,20 metros. Domingos y festivos se forman largas colas ante ellos. “La chica que los limpia trabaja todos los días, pero solo los limpia una vez al día”, dice un operario del parque. “¡Aunque no es culpa suya!” añade. Una señora, que no quiere dar su nombre, escucha la conversación y comenta enfadada: “Estos baños huelen fatal, hace un calor infernal y te dan ganas de vomitar”. El operario explica que datan de 1935 y que en su día denunciaron su estado a la Inspección de Trabajo para que se hicieran reformas o pusieran una caseta, sin resultado. Los primeros servicios callejeros fueron instalados en Madrid a mediados del siglo XIX gracias al duque de Sesto, que quiso dejar la capital limpia y sin olores. Se instalaron en Sol y posteriormente otras plazas, como Callao y Tirso de Molina, se sumaron a esta iniciativa. La lógica hacía suponer que con el paso de los años y el aumento de la población esa pequeña red se ampliaría. Pero ha sucedido al revés.
Fuente: El País

domingo, 2 de agosto de 2015

¿Cuánto cuesta un pueblo?

En España se calcula que hay a la venta unas 1.500 aldeas abandonadas

Entrada a Esblada, en la comarca del Alt Camp (Tarragona). Cuenta con 14 casas y se vende por 280.000 euros negociables.
En Olmeda de la Cuesta, un pequeño pueblo de La Alcarria conquense, preparan ya la próxima subasta de parcelas baratas para atraer nuevos vecinos y evitar así la despoblación. Con 35 personas censadas y unas diez viviendo en invierno, cuenta con una de las poblaciones más envejecidas de toda España. El próximo verano subastarán seis o siete terrenos. La experiencia no ha podido ser mejor. El pasado año, el alcalde, José Luis Regacho, subastó 14 parcelas a precios casi simbólicos. ¿O no lo es 200 metros de terreno por 1.000 euros, cinco euros por metro cuadrado? ¿O un suelo de 60 metros con capacidad para levantar una casa de tres plantas y 100 metros construidos por apenas 200 euros?
Con esos precios resulta comprensible que hayan pujado personas venidas de todas partes del mundo. Algunas para fijar su primera residencia, como ha sido el caso de una escultora inglesa que va a construir en el terreno adjudicado su casa y su taller. O una mujer venezolana que vivía en Dinamarca y que tiene pensado traer al resto de su familia. Otros como un iraní que trabaja de cocinero en Madrid usará la futura construcción para los fines de semana.
En Olmeda de la Cuesta se subastarán solares por cinco euros el metro
No es la única localidad que necesita repoblarse para no morir. En la aldea de A Xesta, en el municipio pontevedrés de A Lama, se han llegado a ofrecer viviendas en alquiler a un precio de 100 euros mensuales, más los gastos de luz, agua y el mantenimiento. Buscan luchar contra la despoblación y el envejecimiento del lugar, con 27 casas vacías.
El boom de lo rural parecía una moda pasajera, pero no lo ha sido. El interés de los urbanitas por tener una propiedad en el campo y la necesidad de repoblar pueblos fantasma están más vivos que nunca. Y si la demanda crece, la oferta no se queda atrás. “Muchos propietarios con casas en aldeas las están poniendo en venta al ver el interés de la gente en comprar. Antes no lo hacían porque no estaba bien visto”, explica Elvira Fafián, directora gerente del portal Aldeasabandonadas.com, dedicado a la compraventa de pueblos y casas rurales. En esta empresa, que copa el 95% de cuota de mercado, la demanda crece en torno a un 30% y un 40% anual y dicen estar “desbordados”.
Por 15.000 o 20.000 euros cualquiera puede adquirir una casa, aunque quizá necesite algún arreglo en las instalaciones. El coste de las obras de mejora es muy variable: hay casas que se reforman por 5.000 euros y otras, sobre todo pazos, que suben hasta los 40.000 euros.
El alcalde de Olmeda de la Cuesta (Cuenca), José Luis Regacho, posa delante de una de las parcelas subastadas en la que su nuevo dueño ya se está construyendo una vivienda.
También aumenta el interés por comprar un pueblo entero, sobre todo si es a precio de piso. De los 3.500 pueblos y aldeas abandonados que contabiliza el INE, se calcula que unos 1.500 están en venta. “De ellos, entre 110 y 120 tienen los papeles en regla y están listos para ser comprados; el resto necesitan papeleo que puede prolongarse varios meses”, indica Fafián. Cada año se repueblan un par de pueblos, sobre todo en Galicia y Asturias, las áreas más demandadas.
Hay tantos españoles como foráneos interesados. “Según nuestros datos de este año serían un 50% españoles y el otro 50% extranjeros, aunque la demanda internacional de información es mayor”, señala Fafián. Resulta curioso que en muchas aldeas españolas solo se hable inglés. “Las hay con cuatro o cinco casas que son compradas por una familia que traen amigos y crean una mancomunidad con sus costumbres”, añade.
Los que más demandan pueblos abandonados son los americanos, alemanes y franceses, que compran gracias al boca a boca. Se fijan mucho en la calidad de la tierra para poder tener plantaciones y cultivos. Hace años había mucho interés en comprar aldeas para montar proyectos de turismo rural. Ya no tanto. “El uso privado representa el 65% y el resto es uso empresarial”, según Elvira Fafián. La falta de subvenciones y las dificultades para encontrar financiación han mermado este tipo de actuaciones.
¿Cuánto cuesta un pueblo? Los hay de todos los precios y se encarece o abarata según su estado de conservación. El 70% está para reformar. Los hay por 62.000 euros en la zona de Pontenova (Lugo), con seis edificaciones, manantial de agua y finca de 13.000 metros. Precisa obras, aunque la casa principal de 140 metros es de fácil restauración.
Hay pueblos en venta a reformar por 62.000 euros en la zona de Pontenova (Lugo)
Por 380.000 euros se vende La Alameda, un pueblo deshabitado en la provincia de Segovia. Las parcelas y ruinas que están a la venta conforman el 60% del pueblo y suman 1.800 metros de terreno. “Habría que llevar la electricidad, ya tiene saneamiento y distribución de agua, y tiene un proyecto de urbanización con licencia pagada para poder construir siete casas”, explican en Rústicas Singulares, agencia que lo vende.
Luego hay pueblos que cuestan desde uno a 15 millones de euros. Eso sí, con casas reformadas y de lujo. Lo que más encarece, aparte del número y estado de las construcciones, es que sea una zona de interior, con bosques, naturaleza y manantiales. Los interesados buscan precios en la horquilla de los 20.000 a los 240.000 euros como máximo, tanto para casas como para aldeas. La comunidad con más pueblos en venta es Galicia, donde se calculan unos 35. Le siguen Cataluña (Lleida, Tarragona y Girona), Castilla y León (Burgos, Soria y León), y Aragón (Zaragoza y Teruel).
Vista de algunas de las casas de Porcieda (Cantabria), aldea abandonada con los Picos de Europa al fondo, en venta por 1,5 millones de euros.
Los propietarios de estos pueblos en venta suelen ser una o dos personas. Aunque hay ayuntamientos, como Cortegada (Orense), que lo cede a cambio de que un inversor lo reforme para uso hotelero de lujo. Algo que puede costar más de un millón de euros. Con condiciones también se vende la milenaria localidad cántabra de Porcieda, una aldea cántabra enclavada en el Parque Nacional de Picos de Europa, que está abandonada pero que cuenta con uno de los mejores conjuntos de arquitectura rural de la comarca de Liébana.
La inmobiliaria Mikeli, especializada en vivienda de lujo, ha puesto a la venta la totalidad del municipio, de 3.052 metros cuadrados construibles, por 1,5 millones de euros negociables. Sobre la mesa hay múltiples propuestas para la reconversión del pueblo. Una de ellas es que el futuro comprador realice un proyecto de rehabilitación integral con 45 apartamentos rurales. Estas futuras edificaciones partirán de las actuales 10 viviendas semiderruidas, que cuentan con superficies que abarcan desde los 48 a los 176 metros cuadrados. Este proyecto contaría con ayudas y subvenciones, tanto europeas como procedentes del gobierno de Cantabria. “Esta venta es atractiva por las peculiaridades que tiene. De ahí que sean numerosas las personas interesadas y pocas las capacitadas para comprar. En concreto estamos esperando contraoferta por parte de un grupo inversor ruso y de otro empresario de Madrid. Las que si son numerosas son las personas interesadas en comprar un apartamento rural si al final se opta por esta opción”, dice Antonio Avilés, consejero delegado de Mikeli.
Fuente: El País